Mi enfoque

Desde que era niña me ha fascinado la forma en que la gente interactúa. Mi interés me llevó a observar situaciones difíciles. Mi capacidad de escucha empática hizo que, a menudo, asumiera el papel de mediadora.

Siempre he trabajado rodeada de gente: como estudiante en cafés y, una vez licenciada, en el ámbito turístico y de los Recursos Humanos, así como en la gestión de proyectos en varias empresas multinacionales.

Cuando tuve que dejar mi trabajo por un agotamiento a los 28 años, fue lo mejor que me pudo haber pasado, porque me hizo tomarme un tiempo para detenerme y reflexionar.

En ese momento tomé una importante decisión: cambiar mi vida y encontrar mi bienestar a través de un mejor equilibrio entre la vida y el trabajo.

Empecé a estudiar técnicas de trabajo corporal y, luego, inteligencia emocional y habilidades sociales para encontrar formas sostenibles de gestionar el estrés.

Pronto aprendí a manejar mis cualidades y mi alta sensibilidad, a equilibrar el estrés emocional y a superar patrones limitantes a los que estaba acostumbrada.

Este proceso transformó completamente mi vida diaria y mis relaciones con los demás.

Luego, un poco más tarde, cuando mi hijo entró en la adolescencia, tuvimos que enfrentarnos a complejos conflictos familiares. Un enfoque sistémico de la situación enriqueció nuestra comunicación y nos abrió el camino a una experiencia de amor que transformaría nuestra vida familiar durante los años posteriores.

Desde hace casi 20 años guío a personas en sus procesos de transformación a través de la conciencia corporal. En los últimos 6 añadí prácticas de coaching y de mindfulness, ofreciendo experiencias en grupos, especialmente en universidades y círculos de innovación. He tenido el privilegio de participar en una gran variedad de cambios de vida.

Me entusiasma romper las barreras que nos hemos construido a lo largo del tiempo entre nosotros y los demás.

Y me encanta ofrecer mi talento para activar el de los demás, ya sea para mejorar la comunicación en grupo, entre generaciones,
o para acompañar a las personas en su autoconocimiento,
como para contribuir a la cohesión de equipos.

Es un placer poder formar parte de tu proceso de transformación.